Programa Certificación Madera Estructural

El encuentro organizado por Ministerio del Agro Misiones fue encabezado por el subsecretario de Desarrollo Forestal, ing. Juan Gauto, quien inició la jornada explicando que tras las anteriores reuniones “ahora vamos hacia las acciones y las concreciones de acuerdos y acciones centradas en un haz temático de interés para parte del sector. En esta mesa nos proponemos como desafío lo que tiene que ver con la construcción en madera, la madera estructural en particular, para tratar de acompañar su desarrollo”.

 

Mencionó que ese tema “no está resuelto en todos lados, de hecho hay una cierta improvisación porque el sistema no está estandarizado en el cono sur. En un encuentro de hace poco más de un mes del Instituto Forestal de Chile se comentaba que más del 50 por ciento de la madera no tiene verificación de calidad estructural y se lo planteaban como un desafío a mejorar”.

 

“Hay otros temas asociados, por ejemplo, cómo juega el secado por ejemplo –añadió el funcionario-, porque hay déficit en plantas de secado en Misiones, no llegamos ni a la mitad de los aserraderos con ese equipamiento, pero la idea es seguir avanzando hacia la mejor madera para los mejores fines”; y agregó que “en la provincia hay una política de consumo para la construcción de viviendas con madera, lo saben los aserraderos que se dedican que son alrededor de una docena, y la fábrica instalada en el Parque Industrial y de la Innovación Posadas (PIIP), entonces debemos hacer cosas en ese sentido, ese es el desafío y vamos a escuchar a los que saben”.

 

Al respecto, mencionó los estudios que desarrolló la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM sobre estructuras y propiedades físicas y mecánicas, con una década experiencia en la materia: “Es una ventaja contar con recursos institucionales y humanos así formados, y esta iniciativa surge por medio del Programa de Sustentabilidad y Competitividad Forestal, frenado durante los años 2017 y 2018, pero que se retomaron y desde la DIPROSE (Dirección General de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales) se viene trabajando y se ha generado una experiencia financiada por ellos que viene entusiasmando entre los aserraderos”.

 

Sobre el tema, el ing. Christian Lamiaux (de APICOFOM) sostuvo que este miércoles 9 de septiembre “estuvimos reunidos con varias entidades que están en tratativas por el rotulado de la madera, que tuvo un impasse hace unos 6 meses, antes de la pandemia, para aportar distintos puntos de vista, y uno de los temas tiene que ver con cómo y quiénes serían los que administrarían un sello de aplicación comercial para que quien quiera adquirir un producto que reúna las condiciones estructurales”.

 

“Esta temática tiene una amplitud muy grande, y desde Misiones, APICOFOM y AMAYADAP proponíamos lograr un sistema que sea tomado por el sector industrial, que lo vea posible y a su vez cuente con la madera que cumpla con esos requisitos, para que no sea una traba sino una herramienta de garantía real, sobre situaciones manejables, una de las cuestiones fundamentales era saltar del ensayo físico a clasificaciones visuales tratando de adaptar sistemas americanos a Argentina”.

 

“De la reunión de hoy hubo discusiones que mostraron que no está totalmente acordada la cuestión sobre todo porque cuando aparecen la parte técnica y actores de distintas instituciones muchas acciones tienen que ver con la justificación de lo que cada parte hace, cosas a consensuar un producto para que la actividad lo tome”.

 

“La DIPROSE fue contratado para hacer un camino a seguir para llegar al rotulado y hoy estamos en una programación en la que se dividieron las cuestiones a definir las medidas, el rotulado en sí mismo y la cuestión de la administración, de la parte privada estarían como actores FAIMA y AFOA y por lo estatal el INTI”.

 

El ing. Gabriel Marangoni relató luego que “por parte del APF (Aglomerado Productivo Forestal) se contrató a la Facultad de Ciencias Forestales que hizo un trabajo de clasificación práctica manual en aserradero para madera estructural, ese trabajo está terminado. Hay cosas hechas, el CIRSOC, el trabajo de la facultad está basado en escuadrías, nudos, defectos de la madera, y hay que lograr que no sea una traba para el aserradero sino un valor agregado”, y resaltó que “en Estados Unidos controla el sector privado, las instituciones oficiales intervienen ante conflicto”.

 

Obdulio Pereyra (de la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM) contó sobre el trabajo que desarrolló esa casa de estudios que “hace una año terminamos un trabajo sobre clasificación de madera estructural, referido al pinus taeda eliottis, que buscaba determinar clases de madera estructural, y se determinaron dos o tres clases en base a clasificación de acuerdo a normas americanas y la IRAM y sobre eso tratamos de hacer algo mucho más práctico. Ese trabajo se refería a analizar la parte visual del material (la influencia de los nudos en la madera), el espesor, algunos problemas de los añillos de crecimiento y densidad, y fisuras y demás; todo ese se analizó y sobre ese material clasificado se hicieron los ensayos para determinar las propiedades mecánicas, básicamente elasticidad y rotura, con la idea de tratar de determinar clases correlacionado con los valores de resistencia, y eso -aseveró- está presentado y disponible”.

 

“FAIMA y AFOA planteaban la necesidad de modificar la norma IRAM de clasificación de madera estructural, y creo que es importante que si se comienza a trabajar sobre eso, podamos aportar esas experiencias con buenos resultados para la clasificación”.

 

En tanto que sobre el proceso de rotulado, Pereyra comentó que “en la reunión de hoy se debatió y se consideró que ese trabajo está planteado como para que los productos que entren al mercado tengan cierta confiabilidad, es tratar de que en la madera estructural se puedan implementar normas técnicas que puedan definir clases, y en ese aspecto se tomaron dos normas existentes: la IRAM 9607 y las normas de vigas multilaminadas, esas normas son las que queremos que se apliquen en la clasificación, y es una muy buena idea tener algo que defina la calidad de los productos. Aparecieron problemas pero simples, como medidas o humedad pero son temas que no influyen mucho en la aplicabilidad de la norma”.

 

Ahora queda por definir cuál sería el organismo de aplicación del rotulado y en eso sí hay un debate que llevará un tiempo, supongo que será el INTI quien juegue fuerte, pero no está definido, lo importante es seguir viendo que la aplicación sea práctica, que es un tema difícil pero posible”.

 

Marangoni reiteró su postura acerca de la necesidad de que “el sector privado compre la idea, no imponerla, y hacerla sencilla, siendo el INTI el ente de control, que trabaje en caso de conflicto”.

 

Por su parte, el arquitecto Jorge Celano, en representación del IPRODHA, detalló las particularidades y vigencias de diversas normas y su origen, y destacó que el reglamento CIRSOC “tiene un enfoque para la construcción pública o privada que cualquier estructura que se vaya hacer bajo la firma de un profesional se rige por normas y reglamentos, eso es taxativo, debe recurrir a lo legal vigente, más aún en la obra pública, comenzamos con un plan techo bajo normas CIRSOC y se conformó un grupo de técnicos que iban a verificar en planta la calidad de la madera, el proceso de fabricación y su montaje, y ese grupo de técnicos formados y capacitados que controlaban en fábrica según reglamento, así que internamente dentro del IPRODHA practicamos el rotulado, lo que da un gran impulso para rotular es el CIRSOC 601 que nos da pie para poder ofertar y que el profesional pueda utilizar ese elemento para construir”.

 

“Hoy por hoy tenemos el reglamento CIRSOC para estructuras de madera y tenemos un sistema constructivo entramado de madera con el que cualquier profesional o particular puede construir sin Certificado de Aptitud Técnica (CAT), es decir, se abrió la jugada y para eso el bloque productivo de madera debemos ofertar al medio productos estructurales”, agregó.

 

“Solo tenemos dos clases resistentes, con una tercera en buena hora para sacarle provecho, pero como constructores qué demandamos: madera certificada, secado enhorno y nuestra norma IRAM indica que para uso estructural toda madera de pino debe estar impregnada, y ahí el campo se acota”.

 

Gauto indicó que sería positivo agregar a esos requisitos que en sí misma la madera estructural genera un stock de carbono por 30 o 40 años, y ese es un mensaje fuerte para la sociedad; frente a lo que Celano afirmó que “un profesional va al perfil metálico porque está estandarizado y garantizado, y si ya tenemos el cuerpo normativo hay que darle una vuelta de rosca para el rotulado de la madera”.

 

A su turno, el ing. Iván Edsberg, se definió como ingeniero estructural que se dedica al cálculo de estructura de hormigón y metálicas, pero desde hace un tiempo me fui acercando a APICOFOM que tuvo una convocatoria desconocida para mí, con mucha gente, y uno de los temas centrales pasa por explicar a los ingenieros el por qué tenemos que usar este material, en lo personal, cuando comencé estudiarlo al tema vi que la madera es un material muy noble y tenemos que usarla”.

 

“Ya hay dos o tres grandes productores de naves industriales en acero que quieren hacer una propuesta en viga de madera encolada, y quieren saber sobre diversos datos, hablé con APICOFOM para solicitar proveedores pero falta el tema de la certificación y que tiene que ser madera impregnada, esa es una guerra que tenemos con algunos proveedores”, y recomendó que “lo ideal sería proponer soluciones mixtas, no pegar el salto brusco, porque por el momento no estamos preparados”.

 

Gauto ponderó además la asistencia de la ingeniera química Graciela Gavazzo, de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la UNaM; quien explicó que “uno de los requisitos de parte de los constructores es que la madera sea impregnada y contar un laboratorio químico permitiría controlar e ir evolucionando hacia otros tipos de impregnantes, porque sabemos que algunos son mal vistos ambiental y sanitariamente, muchos se fueron cambiando con el tiempo y es algo que podrá seguir modificándose”.

 

“Obdulio habló sobre la madera laminada, colas y los materiales que se pueden usar y también apuntamos a otros químicos que ya viene con la madera, como los pesticidas que se aplican durante la forestación y que podrían influir sobre la calidad de la madera. Como misionera –concluyó- creo que la problemática nuestra es diferente a la del resto del país, no es lo mismo el uso de madera estructural aquí que en el sur del país, tanto en lo estructural como en su conservación, por ejemplo”.

 

Al respecto, Obdulio Pereyra sostuvo que “lo que plantea Juan (Gauto) es tomar nuestro laboratorio y remodelarlo en todos los sentidos, tanto edilicio como equipos, siendo que ahora estamos trabajando en el control de calidad de madera estructural y de calidad físico mecánico pero no químico. Dentro de nuestros análisis, una parte es el estudio de la madera sólida y determinar sus propiedades en cuanto a la resistencia, pero uno se pone a pensar en que esto parece que se contrapone con lo del rotulado de madera estructural, para que estudiar su flexión si por otro lado puedo hacer los ensayos desde una clasificación visual, pero el tema va más allá porque el análisis es trabajar con lo que más se ocupa y ocupará, la madera estructural y las vigas encoladas estructurales”.

 

“Los dos ensayos más importantes son –según detalló- es la calidad de la unión y el ensayo sobre la resistencia en el tiempo, eso es lo que se hacer ahora y se hará con el laboratorio acreditado. Otro trabajo a futuro es determinar la calidad de los tableros compensados que tomamos como madera estructural y para eso hay que hacer ensayos físicos mecanismo”.

 

Marangoni propuso armar una mesa ejecutiva, trabajar sobre lo que tenemos y creo que Obdulio (Pereyra) sería el indicado para juntar los trabajos. Hay que arrancar con algo, como la parte física mecanismo que hay bastante material sobre eso; y con respecto a lo que dijo a la parte química en el mundo se usa CCA, en algunos países se ha prohibido, pero iremos viendo como reemplazarlo por productos me nos agresivos”.

 

En el tramo final del encuentro Celano expresó que “en el mundo se usa CCA y CCB y es lo que se usa legalmente en Argentina, pero deberíamos ir hacia otros productos menos contraproducentes para el ser humano”, y recordó que en los diversos trabajos realizados con APICOFOM se sometían a ensayos en Buenos Aires”.

 

En cuanto a las propiedades físicas y mecánicas tanto la madera laminada como los paneles multilaminados compensados, que ahora se usaron más masivamente, en bueno hora que se clasifiquen y certifiquen, y como profesional del medio digo que cuando uno especifica una madera estructural o laminada es crucial contar con la especia, el grado de resistencia, el adhesivo y el grado de impregnación para determinar su vida útil”; y recordó luego la obra del techo sombra en el Parque Temático de Santa Ana, vigas laminadas que se pedía que estuviera certificadas con normas IRAM y el único que podía estaba en Caraguatay Misiones, y se certificó calidad de madera, calidad del proceso de impregnación, calidad de los adhsivos, y el proceso de prensado, y para eso se subcontrató a la Facultad de Ciencias Forestales, y eso se implementó en otras obras públicos, y en buena hora que el laboratorio que tenga esa función”.

 

Gauto añadió en ese sentido que desde APICOFOM “se indicó que muchos socios trabajan con impregnación y tienen una demanda insatisfecha para las evaluaciones, así que por eso debemos avanzar con esos laboratorios y será la tarea de los próximos días avanzar en un plan de gestión para funcionar como laboratorio en ambas facultades y que pueda responder a la dinámica del sector privado y que atienda sus necesidades”.

 

Participaciones

 

Ing Juan Gauto (Subsecretaría de Desarrollo Forestal)

Ministerio del Agro

Obdulio Pereyra (Facultad de Ciencias Forestales – UNaM)

Graciela Gavazzo (Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales – UNaM)

Guillermo Fachinello (AICOFOM)

Ing. Christian Lamiaux (APICOFOM)

Alejandro Cunha Ferré (INTI)

Héctor Perucci (Director General de Desarrollo Forestal)

Jorge Celano (IPRODHA)

Diego Eskiviski (AMAYADAP)

Gabriel Marangoni (APF)

Lucas Solís (Ministerio de Industria)

Ing. Iván Edsberg

Ing. Alexis Hoffman

Ana Ferraro

Bruno Martínez

Emilio Domínguez Muñoz

Mathías Isaac López